EL
LUGAR DEL ESPEJISMO
Únicamente
ha resistido a sus irrupciones una larga zanja que como un hondo corte que no
cicatriza, se revela como el pasado, como ese lugar en el cual las sombras
descansan bajo las piedras de lo que alguna vez fue un río y ahora lo conducen
sin prisa alguna a lo largo del árido valle, donde el inclemente sol lo ha
calcinado todo, reduciéndolo a polvo.
Ese
profundo trazo en el espacio es la marca de un flujo incesante que se convirtió
en sed, una advertencia que cubrió con arena los restos desperdigados de las armazones
rotas que inevitablemente se desmoronaron ante la espera de las nubes bajas que
desgarradas por el viento nunca llegaron (…)
(Bitácora
de un viaje por hacer de Fredy Clavijo)